Si hay una palabra que defina a la perfección la Comunión de Claudia es bonita.
Cada rincón era especial. Decidimos crear diferentes mesas y a cada una darle su uso. En primer lugar, creamos una especie de Photocall en el que pusimos una cámara Polaroid y todos los invitados que se hacían fotos, las colgaban y al final de la fiesta se la llevaban cada uno a su casa como recuerdo. En segundo lugar, una mesa dulce con chucherías y una tarta de Dulce Roseta decorada con un Topper personalizado. Por último, preparamos a los niños un taller de scrapbooking y luego baile para que se lo acabasen de pasar en grande en grande.
Todo esto decorado como siempre con flores, para hacer aún más bonito cada evento. Empezando desde la bienvenida, hasta centro de mesas y como decoración en la mesa dulce y la mesa de firmas.
Y como es tradición, un libro de firmas de la Primera Comunión de Be Möi, para que Claudia se lleve unas palabras y rememorar este día cada vez que lo lea.
Os dejamos unas fotos que hizo Robyn este día.